Apropiaciones de la ciudad. Género y producción urbana: la reivindicación del derecho a la ciudad como práctica espacial

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AA.VV.
Pol·len

¿Te has preguntado cómo, por quién y para quién están diseñadas las ciudades, para qué tipo de personas, cuerpos y necesidades? En ese sentido, ¿alguna vez has pensado si las ciudades son vividas de igual manera por hombres y mujeres? Y si los gobiernos proclaman políticas urbanas por la igualdad de género bajo el discurso del “derecho a la ciudad”, ¿eso garantiza su efectivo cumplimiento?

Apropiaciones de la ciudad analiza cómo las mujeres se enfrentan a la configuración espacial del poder, la cual impacta de manera particular su experiencia en y de la ciudad.

Descripción

¿Te has preguntado cómo, por quién y para quién están diseñadas las ciudades, para qué tipo de personas, cuerpos y necesidades? En ese sentido, ¿alguna vez has pensado si las ciudades son vividas de igual manera por hombres y mujeres? Y si los gobiernos proclaman políticas urbanas por la igualdad de género bajo el discurso del “derecho a la ciudad”, ¿eso garantiza su efectivo cumplimiento?

Apropiaciones de la ciudad ofrece mirada(s) con criterio(s) e intención(es), presentando varios casos de estudio que analizan cómo las mujeres se enfrentan a la configuración espacial del poder, la cual impacta de manera particular su experiencia en y de la ciudad. Para ello, retomamos el debate del “derecho a la ciudad”, término acuñado por Henri Lefebvre, reivindicando su sentido como “práctica espacial”, es decir, apelando a la dimensión percibida que se ve reflejada en los usos del espacio que las mujeres articulan desde su cotidianeidad. La inclusión de este concepto en las agendas públicas ha obviado el rol instrumental de la urbanización en la mercantilización del espacio, dando cuenta de los recortes de su significado en un contexto marcado por la anulación de su dimensión anticapitalista.

La desigualdad de género, traducida en varias formas de violencia hacia las mujeres, se territorializa en enclaves concretos, pero afecta de manera generalizada los ambientes en donde se desarrolla la vida urbana: el hogar, la calle, el barrio, la escuela y el espacio público. Una aproximación a las prácticas espaciales de éstas, implica aquí retomar el valor de uso como punto de partida idóneo para desmontar la reducción de la ciudad al ámbito del control y la mercancía. Y para exigir que la ciudad sea también concebida a partir de sus apropiaciones.

Afinidades